Una marca necesita de todos los elementos, ayuda y talentos posibles, para posicionarse y lograr ser exitosa en la categoría en la que se encuentre. Para eso debe gestionarse de forma tal que permita aprovechar y hacer brillar todos los recursos que tenga disponible y eso se consigue en el universo y la identidad visual de la marca.
La personalidad y estrategia de marca finalmente se ven representadas en la identidad visual, en ese unverso gráfico y estético único de la misma. Si somos mucho más claros y más atractivos, lograremos la atención de las personas con mayor facilidad. Pero ¿qué es la identidad visual? es el juego armónico de los elementos gráficos que componen ese mundo imaginario y visual al rededor de un producto o servicio.
Esos elementos son: el logotipo, las tipografías, la paleta de color, las ilustraciones, formas, fotografías entre otros. Todo este conjunto de recursos nos ayudan a orientar y a guiar a las personas para que 1. reconozcan la marca y 2. posteriormente se empiecen a sentir cercanos a ella. Es algo así como ganarse la admiración de alguien a primera vista. Si es aceptada, las personas considerarán con mayor facilidad la compra o el uso de un producto o servicio que se ofrezca. Además, todos estos elementos empiezan a cobrar vida en la comunicación, a posicionar y a reforzar mensajes, posturas y diferenciales.
Además, todos estos elementos empiezan a cobrar vida en la comunicación, a posicionar y a reforzar mensajes, posturas y diferenciales.
Cuando ya tenemos una identidad clara, definida, que responde a la estrategia de la marca, debemos empezar a gestionarla. Es la forma de aumentar la percepción de valor percibido, de generar asociaciones positivas fuertes, de crear lazos, de generar confianza.
Para gestionarla de forma correcta se deben tener en cuenta:
1. Desarrollo completo de la identidad de marca con un brandbook claro y completo
2. Objetivos comerciales y de mercadeo establecidos
3. Entendimiento de las personas/ clientes viéndolos como un todo y no solo como clientes
Además, se deben tener claros cuáles son los activos y puntos de contacto de una marca, para alinearlos e involucrarlos de forma tal, que todas las personas que entren en contacto con la marca, tengan una eperiencia que les genere satisfacción y posteriormente una lealtad fuerte, no solo con lo que se ofrece sino con la esencia de la misma.
Los equipos de mercadeo desde cliente y los de Branding y comunicación como aliados, deben estar sentados en la misma mesa y trabajar en pro de esa construcción, gestión y manutención para garantizar una cohesión, consistencia y larga vida a esas marcas que deben cambiar el mundo y pensar en cómo la dinámica de los seres humanos está cambiando a ritmos nunca antes vistos en la historia.
Todos estos esfuerzos deben ir enfocados a que las personas realmente quieran estar en contacto constante con nuestra marca, para que pase de ser una marca más, a una marca amada y querida por el público objetivo, para que la gente no quiera darle «skip» sino escuchar que es lo que tiene para contar.
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Por: Alejandra Rincon